LA FORTUNA DE LOS AUDACES

Hoy quiero compartirte algo que me cambió la vida…

Hace unos meses, después de mi rutina de ejercicio, me encontré sentado en el gimnasio preguntándome si todo el esfuerzo que hacía valía la pena.

Llevaba tiempo con un jodido dolor que varios médicos no habían podido explicar.

Entonces, recordé:

No tengo derecho a quejarme,
Yo mismo me lo prohibí,
No tengo derecho a dudar,
Yo mismo me lo impuse

Fueron palabras que me dije a mi mismo, antes de empezar mi camino, y que siempre vuelven a mi mente en ciertos momentos.

Luego de recordar esas palabras, volví a entrar al gimnasio, tuve uno de los entrenamientos más brutales que he hecho, dediqué más esfuerzo a mi trabajo y seguí buscando médicos.

Hoy en día, he conseguido un tratamiento efectivo.

Pero todo fue el resultado de pura convicción, si me hubiese frenado seguiría con el mismo problema, si me hubiese frenado no hubiese tenido el dinero para pagar el tratamiento.

Somos hombres, es nuestro destino seguir siempre adelante, no importa qué obstáculo nos pongan delante, no podemos parar.

Nunca te frenes, ni huyas, no te ocultes, no des vuelta en círculos. ¡SIGUE!

¿Algo te estorba? ¿Te quiere impedir el paso?
Avanza con más fuerza entonces, apártalo de tu camino.

Muchas veces, ante un obstáculo, nuestra primera reacción es detenernos y dudar. Nos preguntamos “¿por qué a mí?”, y entre pensamientos y excusas, el tiempo pasa y las oportunidades se esfuman.

Hoy les propongo un reto:

1. Identifica SOLO una acción concreta que puedas hacer ahora mismo para acercarte a tu meta.
   

2. Hazla de inmediato, sin planificar en exceso.
   

3. Repite este proceso cada día.

¿Qué gana el que actúa?

• Experiencia real, no teorías.
  

• Respeto por sí mismo y credibilidad
  

• Admiración, porque nos inspira a ser mejores.

Como dijo Séneca: “La fortuna favorece a los audaces.” Y me atrevo a añadir: la confianza propia también.

Antes de cerrar, 

Responde a este mail con la palabra JUEGO si estás listo para cambiar tu vida para siempre y tomar el camino correcto

nunca te arrepentirás

un abrazo

atte. Tu hermano mayor

Iván Barca