LA VERDAD SOBRE EL KARMA

Fragmento de mi libro SIGMA

KARMA

El karma, como una energía que devuelve a cada uno sus buenos o malos actos, no existe. Esto es un pensamiento mágico, igual que creer en el amor verdadero o en la felicidad perfecta. La magia no existe. Igualmente, esta palabra “karma” ha sido bastardeada para adaptarla a una forma de pensar hippie, infantil y new age y para así no aceptar una de las verdades más crueles de esta vida: la mayoría de las veces las malas personas no reciben su merecido. Cuando medité por varias semanas en la selva ecuatoriana, mi maestro zen me enseñó el verdadero significado del karma y el origen de esta palabra. Karma no quiere decir más que causa y efecto. Todos llevamos un karma en el sentido de que nuestro lugar en la tierra no está 100 % determinado por nuestras propias acciones. Las acciones de nuestros padres y de sus padres y de todos nuestros antepasados, nuestros genes y predisposiciones psicológicas, así como el medio en el que nos desarrollamos, dictará gran parte de nuestra experiencia en esta vida. Así que muchas de las causas de nuestro sufrimiento se pierden en las inconmensurables arenas del tiempo. Ahora mismo, tanto si estás sufriendo, como si estás teniendo un buen momento, las causas para ello están perdidas en tu memoria. Es una de las cosas más difíciles de asimilar, por ello te voy a dar un ejemplo. Si ahora tienes 30 años y sufres de falta de energía, dolores en el cuerpo y estás obeso, es porque no te cuidaste ni te ejercitaste desde que tenías 15. Si ahora no tienes trabajo, no tienes pareja o simplemente no estás donde quisieras estar en la vida, es probablemente porque no creaste las causas para los efectos que deseaste desde hace mucho tiempo. Si decides cambiar tu vida y te esfuerzas al máximo todos los días, esta causa producirá un efecto retardado, nunca vas a ver resultados inmediatos de tus acciones, así como los revolucionarios del pasado que lucharon y guerrearon por nuestras libertades murieron sin haber visto los frutos de su sacrificio y rara vez les dedicamos un agradecimiento, asimismo serás tú en tu vida con tu trabajo y esfuerzo. También hay personas que simplemente lo tienen todo, no porque hayan trabajado duro o tengan talento, sino simplemente porque sus antepasados hicieron todo el trabajo por ellos. Probablemente si ahora estás estudiando o trabajando o ejercitándote te verás tentado a bajar el ritmo o simplemente rendirte totalmente; no lo hagas. Sé disciplinado, mantén constancia y la ley de la causa y efecto te recompensará, seguramente más tarde que temprano. En conclusión, el aceptar el karma te ayudará a vivir en paz con las consecuencias de tus actos y los de tus antepasados, pero no creas que existe una justicia divina.

Este fue un fragmento de mi libro SIGMA: MENTALIDAD PARA UN MUNDO CAÓTICO.

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Un abrazo