¿POR QUÉ SE FUE?

Bro, ella no se fue por otro.

Se fue por la versión de ti que se volvió predecible.

Al principio eras un misterio.

Decías poco.

Pero lo que decías, cortaba.

No estabas disponible.

No te justificabas.

Y ella… confundida, pensaba en ti todo el día.

Después empezaste a “tenerla”.

Y te volviste tierno.

Te volviste constante.

Te volviste lógico.

Y lo perdiste todo.

Empezaste a escribirle primero.

A explicarle por qué no podías hablar.

A demostrarle que “tú sí eras distinto”.

Como si eso te diera puntos.

No te diste cuenta,
pero ese fue el principio del fin.

Porque dejaste de ser tormenta,

y te convertiste en un charco de agua tibia.

Tus palabras perdieron filo.

Tus silencios ya no pesaban.

Tu presencia dejó de sentirse en el aire.

Y ella hizo lo que hacen todas
cuando ya no te admiran:

Empezó a buscar a alguien más cruel que tú.

Alguien que no se explicara.

Alguien que no se inmutara.

Alguien que la dejara pensando dos días por una sola mirada.

Y lo encontró.

Porque el mundo está lleno de burritos simpáticos,
pero solo unos pocos saben desaparecer en el momento exacto.

Solo unos pocos saben provocar
sin tocar.

Controlar
sin pedir.

Y romper
sin ensuciarse.

Eso es lo que tú no aprendiste.

Seguiste el camino fácil.

El del buen chico.

El del que “no quiere problemas”.

Y ahora lo pagas.

¿Quieres recuperarte?

Entonces deja de buscar justicia.

Ella no te debe nada.

Tú fuiste el que se regaló.

Lo único que puedes hacer ahora
es convertirte en alguien que no pueda ser olvidado.

Y eso, bro…
no se logra siendo lindo y cariñoso.

Un abrazo

Tu hermano mayor,

Iván Barca