TÚ LADO OSCURO

Fragmento de mi libro SIGMA

Todos los grandes competidores de la historia tienen un lado oscuro. En un  mundo en el que el desempeño es la métrica vara para definir el valor de una persona; tener un lado oscuro, un vicio, un defecto secreto, es imposible de evitar. No quieras ser perfecto. Si quieres ser perfecto en todo, inevitablemente te convertirás en un hombre promedio o la ansiedad te corromperá. El camino hacia ser un hombre extraordinario está plagado de incertidumbre y reveses: tu lado oscuro, tu ambición, tu deseo sexual desmesurado, tu envidia, tu odio, todos ellos son canalizables hacia la grandeza. Abraza [GD1] Acepta tu lado oscuro y utilízalo para alimentar tu ímpetu. Muchas veces podrás ganar simplemente por intimidación, por presencia pura. Otras veces deberás tener complots completos en tu cabeza. No te dejes consumir por tu lado oscuro, no dejes que la ira te corroa, usa la ira para los días que no se acaban, para las tareas más arduas, para el dolor del ejercicio, para navegar el océano de la soledad. No te dejes consumir por el lado oscuro, si bien al momento de desempeñar tu labor deberás ser implacable, y si bien algunas personas saldrán perjudicadas, recuerda siempre cuidar de los tuyos y siempre hacer un mayor bien que cualquier mal que puedas hacer antes que un mal. Deja un impacto positivo en el mundo y tu lado oscuro será olvidado, ignorado. Sé un hombre promedio que no tiene impacto en el mundo e incluso tu bondad será despreciada. Es la ley del fuerte, del poderoso, del influyente. Solo puedes ser buena persona si tienes la capacidad de hacer el mal. Si no tienes la capacidad de hacer el mal, entonces tu bondad será vista como debilidad. Planea bien tus escapes, no te abandones a los vicios, sé estratégico y encontrarás en el lado oscuro de tus deseos la motivación que te puede estar haciendo falta.

 

“Cuando Dios te favorece, el diablo también”.

Mike Tyson

Este fue un fragmento de mi libro SIGMA, lo puedes checar en este link

un abrazo

Atte. Tu hermano mayor

Iván Barca